La aparición de los cursos en línea y el aula virtual ha redefinido por completo la forma en que la educación y el comercio electrónico pueden ampliar el alcance para desbloquear el aprendizaje.
El auge del aprendizaje electrónico y las aulas virtuales comenzó mucho antes de la pandemia. Los grandes cursos ha estado de acuerdo con este concepto desde 1990, proporcionando conocimientos académicos y certificaciones sobre una amplia variedad de temas. En la década de 2000 surgió el curso masivo y abierto en línea (MOOC) con la idea de llevar la educación a todo aquel que la quisiera. El mercado mundial del aprendizaje electrónico se ha disparado desde 165,36 mil millones de dólares en 2014 hasta una cifra proyectada de 243 000 millones de dólares en 2022.
Decir que existe un potencial de ganancias es quedarse muy corto.
El cambio al aula virtual era inevitable. La COVID-19 le dio el proverbial impulso que necesitaba para ponerse en marcha. El lado positivo que la pandemia puso en primer plano fue la familiaridad con esta plataforma de entrega. Los primeros años de los MOOC permitieron a las empresas emergentes resolver los problemas.
Los proveedores tuvieron que lidiar con la aceptación de la tecnología y su entrega por parte de los educadores. Luego, surgieron las cuestiones de seguridad y prevención de las trampas. Muchos de estos problemas se han resuelto, lo que hace que sea más fácil que nunca para un sitio web vender productos digitales. En la actualidad, los usuarios pueden comprar archivos descargables, ya sean vídeos, música, audiolibros o cursos en línea.
Basta con observar la presencia de la tecnología educativa para ver dónde están las oportunidades si una persona o empresa quiere vender un producto digital. Tenga en cuenta estos hechos.
El éxito de productos digitales depende de entender esta plataforma desde la perspectiva del consumidor y el punto de vista de las empresas. Vale la pena echar un vistazo a Coursera, el mayor proveedor de MOOC del mundo, y su alcance en el mercado. Si bien las ganancias empresariales alcanzaron su punto máximo 80 millones de dólares en 2021, el segmento de consumidores duplicó con creces esa cantidad. La conclusión es centrarse en todo su mercado.
También es útil analizar la experiencia del comprador. Uno de los problemas más evidentes es la tasa de abandono de carritos, que actualmente es de 81,08%. Eso incluye productos físicos y digitales. Algunas de las principales razones que citan las personas son:
Entender estas preocupaciones es fundamental si decides vender descargas digitales. También vale la pena mencionar que las personas suelen compartir sus malas experiencias con otras personas y en las redes sociales. Sin embargo, conservar una biblioteca digital y comercializarla desde ella ofrece varias ventajas que la convierten en una propuesta lucrativa. Después de todo, el mundo en línea ha llegado para quedarse.
Venta de productos digitales abre nuevos mercados a los que no podrías llegar de otro modo. Sus gastos generales se reducen sin límite en su inventario virtual. Puedes gestionar los pedidos al instante sin gastos de envío. Recuerda: los compradores quieren una gratificación inmediata. Esa es una de las razones por las que los sitios de comercio electrónico como Amazon tienen éxito con la entrega rápida y gratuita.
Muchas barreras que impiden que los clientes potenciales presionen el botón «Comprar ahora» han desaparecido con el auge del aprendizaje electrónico y los servicios en línea. Las personas se sienten más cómodas con la tecnología e Internet. De hecho, poder aprender en cualquier momento y en cualquier lugar con solo hacer clic en un botón ha hecho que sea mucho más cómodo para las personas con estilos de vida acelerados aprender sobre la marcha. Es insoportable tomar tres horas de clase después de un largo día de trabajo; es mucho más fácil ver vídeos de seis minutos de fácil digestión en el autobús mientras vas a casa.
Por el lado del vendedor, también es mucho más fácil organizar una clase en línea y vender cursos completos empaquetados en una carpeta digital que alojar a los estudiantes en un aula. Afortunadamente, hay muchas herramientas tecnológicas en el mercado que hacen que sea extremadamente fácil hacer precisamente eso.
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La pandemia causó muchas consecuencias no deseadas, tanto para bien como para mal. Desde un punto de vista positivo, ayudó a impulsar el mercado de la tecnología educativa a nuevos niveles. También brindó más oportunidades para que las empresas ingresen al mercado digital con nuevas formas de aprovechar la presencia en línea de sus marcas. El comercio electrónico y el comercio móvil se han beneficiado y seguirán beneficiándose de este cambio de paradigma.
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